Seguramente te has dado cuenta de que, en ocasiones, un edificio presenta áreas específicas más cálidas que otras, donde la temperatura del exterior se hace más evidente. Esto tiene un nombre y se le conoce como fugas térmicas, o también, puentes térmicos. 

Como te imaginarás, las fugas y puentes térmicos presentan un problema importante tanto para el confort térmico de las personas que cohabitan la edificación como para el uso eficiente de la energía del mismo. Es por ello que saber cómo identificar las fugas térmicas se vuelve esencial en el éxito de un proyecto de construcción. 

Si esto es lo que buscas, en este artículo encontrarás información muy úti, pues trataremos los aspectos esenciales para detectar y calcular los puentes térmicos y fugas térmicas.

¿Qué son las fugas térmicas?

Las fugas térmicas y los puentes térmicos son los principales inconvenientes relacionados con el aislamiento de una edificación, y pueden afectar la calidad de la misma. 

Estos problemas generalmente resultan en el aumento del consumo energético de las edificaciones, debido al uso de sistemas climatizadores para lograr un confort térmico en su interior. Por ello, es importante prestar atención a algunos aspectos en la ejecución de una obra, como el tipo, el nivel de calidad y el proceso de aplicación de los sistemas aislantes.

Áreas comunes donde ocurren las fugas térmicas

Primero lo primero: ¿en qué zonas es más probable que se presenten fuentes térmicas? Estas suelen aparecer en las siguientes zonas de una edificación:

• Ventanas: si no cuentan con un buen sellado, permiten el paso de aire y calor.
• Puertas: los espacios entre la puerta y el marco pueden generar pérdidas de temperatura.
• Techos: un aislamiento deficiente en el techo puede provocar una gran transferencia de calor.
• Paredes mal aisladas: si el material de construcción no tiene propiedades aislantes adecuadas, la edificación perderá calor fácilmente.

Diferencias entre fugas térmicas y puentes térmicos

Ahora bien, al presentarse este tipo de inconvenientes en una edificación también es fundamental distinguir entre ambos, pues así se podrá intervenir oportuna y adecuadamente.

Cuando hablamos de puentes térmicos nos referimos a una “zona de la envolvente” de una edificación con menor resistencia térmica que el resto de los materiales, permitiendo transmitir con mayor facilidad el calor. Esto provoca un flujo de energía calorífica, así como variaciones de temperatura en la superficie y en el interior de la construcción. 

Los puentes térmicos pueden deberse a varios factores como:

• La diferencia de conductividad entre los materiales, como vigas, pilares y muros
• El espesor de los mismos materiales
• La configuración geométrica de la obra

En el caso de las fugas térmicas, las identificamos al encontrar una pérdida de calor a través de la envolvente de la edificación. Esto ocurre principalmente en las áreas de la construcción donde se interrumpe la barrera térmica, como en la zona de las ventanas, las puertas o uniones entre techos y paredes.

¿Cómo detectar este tipo de fugas?

Es importante detectar cualquiera de estos problemas para lograr corregirlos y así mejorar sustancialmente las condiciones internas y el consumo de energía de la edificación. Algunas medidas para hacer justo eso son:

• Realizar una inspección visual: así se pueden encontrar zonas de condensación o moho.
• Hacer una termografía: se emplea una cámara que muestra imágenes de la temperatura del edificio, con lo cual es posible determinar las variaciones de temperatura en la superficie.
• Cálculos numéricos: a través de fórmulas matemáticas se estima la transmitancia térmica. Este tipo de cálculo se realiza principalmente durante el proceso de diseño técnico de la obra y para realizarlo, se requiere conocer la conductividad térmica de los elementos constructivos.

Soluciones para eliminar fugas y puentes térmicos

Para evitar la probabilidad de que aparezcan puentes o fugas térmicas, es necesario llevar a cabo un proceso constructivo eficiente y emplear materiales de calidad. Algunas soluciones incluyen:

• Uso de paneles sándwich: estos materiales cuentan con un núcleo aislante que reduce significativamente la transferencia de calor.
• Aplicación de selladores adecuados: utilizar selladores en ventanas y puertas puede evitar filtraciones de aire.
• Instalación de barreras de vapor: ayudan a evitar la acumulación de humedad y pérdida de calor.
• Aislamiento en techos y paredes: usar materiales como lana de roca o poliestireno expandido mejora la eficiencia térmica.

¿Cómo calcular los efectos de un mal aislamiento térmico?

Una vez que se ha identificado alguna fuga o puente térmico, seguramente querrás conocer o estimar sus efectos; para ello, puedes realizar los siguientes pasos:

1. Determinar la conductividad térmica de los materiales: esto se mide en W/mºK y se representa por el coeficiente λ (lambda). Así conocerás la cantidad de calor que puede fluir por 1 m2 de superficie del material.
2. Determinar la resistencia térmica (R): en el caso de materiales homogéneos, se realiza a través de la división del espesor del material (e) entre la conductividad térmica (λ).
3. Valorar los efectos negativos: por ejemplo, el alto requerimiento energético para climatizar la construcción. Asimismo, podrás evaluar las probabilidades de desarrollo de microorganismos como moho y futuras filtraciones.

Mantenimiento y revisión periódica del aislamiento

Para garantizar la efectividad del aislamiento a lo largo del tiempo, es recomendable realizar inspecciones periódicas. Esto prevendrá futuras formaciones de fugas y representará un ahorro en tiempo de revisión, mantenimiento y capital:

• Revisar ventanas y puertas en busca de fugas de aire.
• Comprobar el estado del aislamiento en techos y paredes.
• Reemplazar o reparar materiales aislantes deteriorados.

¿Cómo el sistema Aislaterm® FANOSA® puede ayudarte?

Combatir las fugas térmicas o puentes térmicos es prácticamente una labor diaria, y solo es posible si se eficienta el proceso constructivo y se emplean materiales de calidad. Al mismo tiempo, es posible y muy recomendable emplear sistemas de aislamiento térmico que contribuyan a mejorar las condiciones interiores y energéticas de la construcción.

En este sentido, en FANOSA® llevamos una amplia ventaja al utilizar Aislaterm®, un sistema de aislamiento térmico fabricado con Poliestireno Expandido (EPS) de bajo peso y con acabado arquitectónico. Este sistema emplea placas de diversas densidades, de acuerdo con los requerimientos de la obra, que son reforzadas por una malla de fibra de vidrio.

Además, este sistema cuenta con el Basecoat®, un producto de recubrimiento y fijación de tecnología de vanguardia que contribuye a incrementar la efectividad del aislamiento térmico.

Confía en el poder de FANOSA

Es evidente que cuando se trata de fugas térmicas, lo mejor que puedes hacer es lidiar con el problema de forma radical: el sistema Aislaterm logra precisamente eso, al disminuir considerablemente la transferencia de calor por la envolvente del edificio. 

Si buscas un excelente sistema integral de aislamiento térmico para tu proyecto de construcción, no lo dudes y contáctanos. Uno de nuestros asesores te ayudará a elegir la mejor solución para las fugas térmicas sea definitivamente cosa del pasado.